sábado, 31 de enero de 2015

¿Para qué sirve estar iluminado?


Existe una idea que consiste en que el despertar o iluminación está relacionado con la notoriedad y la importancia social, con un reconocimiento de ser especial o con el éxito en general.

Pasamos por alto la idea de que un campesino anónimo podría estar iluminado, así como un condenado en el corredor de la muerte o un prisionero en un campo de exterminio.

Estos son algunos ejemplos en mitad de muchos otros casos de gente iluminada que pasa desapercibida y que ni siquiera sería capaz de explicar su estado despierto de consciencia.

Estando realmente iluminado puede que a uno no le quieran más, puede que no sea reconocido en absoluto o puede que no se cumplan sus sueños, pero estas cosas no le importarían demasiado. Puede que incluso siga con las mismas limitaciones personales, pero sería capaz de perdonárselas.

Entonces me preguntarán ¿para qué sirve estar iluminado?

Para no sufrir más de la cuenta y liberar al yo verdadero, sabiendo que uno descansa en la única verdad absoluta, lo único estable a lo largo del tiempo, sabiendo que uno es abertura al mundo, libre de la ilusión de ser algo definido y, por lo tanto, cerrado.

En estado despierto, a la ilusión del ego social se la reconoce como tal y se la utiliza para las relaciones interpersonales, dejando que el yo verdadero se vaya expresando, desde el inconsciente, en el proceso mismo de vivir. El espíritu se manifiesta en cada momento, en el día a día, en este mismo instante.

Vean qué bonito
https://www.youtube.com/watch?v=tAjFnJuk1Aw

jueves, 29 de enero de 2015

El mayor conflicto interior


Si uno no soporta su genuino dolor, el diablo le ofrece un personaje y un sueño a cambio de su alma, es decir, a cambio de la consciencia abierta al mundo, lo que uno es en realidad, un espacio que abarca desde sus sensaciones corporales hasta el firmamento.

El camino fácil a la gloria, a través de la imaginación, es inevitablemente el camino hacia un infierno interior de auto-desprecio y auto-tormento. Al tomar dicho camino, el individuo pierde su alma.

Despertar es desplazar la identificación desde el cuerpo, la mente y sus historias hasta el espacio infinito de la consciencia.

Este proceso de desplazamiento de la identificación desde el ego al espíritu supone el mayor conflicto interior en un ser humano, conflicto capaz de dar lugar, en ocasiones, a profundas depresiones.

martes, 27 de enero de 2015

Quién soy yo


                          Autorretrato de Ernst Mach

Ya va siendo hora de ir dejando de lado la teoría y centrarse en el único aspecto del yo que está vivo; la experiencia de la quietud, el espacio por donde todo lo fugaz, pasajero e ilusorio va transcurriendo continuamente; las otras perspectivas del yo son materia científica (agente) y psicológica (ego).

El despertar es simplemente un darse cuenta de la experiencia directa que uno tiene de sí mismo, ese es el yo verdadero, la consciencia, inmutable con el tiempo, capacidad para todas las percepciones, sensaciones, emociones, sentimientos; testigo del espacio, el tiempo y hasta del propio cuerpo.

El despertar no es llegar a ser un erudito, ni llegar a tener grandes dotes humanas, ni alcanzar la capacidad de obrar milagros; aquellos que disfrutan de estas cualidades pueden estar plenamente identificados con su yo como experiencia o no, pueden estar despiertos o no.

El despertar es sólo eso, saber quién eres, lo cual es una experiencia, la experiencia directa de uno mismo, del espacio, de la quietud, no un cuerpo, concepto ni imagen. No hay ninguna jerarquia de despiertos, para todo el mundo es la misma experiencia.

Una teoría del yo se puede interponer, como obstáculo, en el camino hacia el poder vivir plenamente la experiencia del yo verdadero; ese espacio por donde discurre el mundo y todos los demás yoes ilusorios con sus interminables dramas e ininterrumpida actividad para demostrar que uno es algo.

Esto es lo único realmente interesante, vivir el yo, tal y como se experimenta directamente y, para su realización, es importante  la consideración de los obstáculos o ilusiones que se oponen a ello, el ego.

Hacer consciente todos los aspectos del ego puede ser muy doloroso, especialmente cuando hay una larga historia de odio y desprecio hacia sí mismo.

Para pasar del infierno, donde se halla todo el dolor inconsciente, al cielo, debe estar uno dispuesto a pasar, conscientemente, primero por el purgatorio.

Por otra parte al yo como experiencia, es decir, a la consciencia espaciosa que uno es, se la enriquece alimentándola con los estímulos del mundo.

Yo soy lo que da lugar, o espacio, a la experiencia de este momento.

domingo, 25 de enero de 2015

Otra forma de expresar: "ama y haz lo que quieras"


Aléjate de tu odio, o sea, de tu dolor procedente de la culpa, autodesdén, sentimiento de inferioridad, autofrustración y autotortura, y haz lo que quieras.

La meta es la de desidentificarse del ego, con todo su sufrimiento, aunque los métodos para conseguirlo probablemente sean muchos. Algunas veces se produce dicha desidentificación de forma espontánea, sin demasiada reflexión consciente.

Sin embargo la presencia resulta un elemento fundamental en el proceso de despertar, ésta sería el vehículo para el desplazamiento de la identidad hacia la consciencia espaciosa, la capacidad para todo lo existente, incluido el "Yo como agente", o sea, el organismo cuerpo-mente, y los diferentes estratos del ego: ego neurótico, ego social y ego personal.

viernes, 23 de enero de 2015

Miedo a descorrer el velo


La identificación con la mente es la identificación con una auto-imagen, con la voz interior, con los procesos de pensamiento, emoción y memoria,  y con la función disociativa de ensoñación diurna.

Todo ello es una identificación compensatoria por la convicción de ser insuficiente, convicción proveniente de la angustia básica sentida en algún momento de la infancia.

Es la imaginación la que se encarga de rellenar con contenido "conveniente" todo el movimiento de la mente con la que nos identificamos.

Entre nosotros y el mundo se encuentra el velo del ego o "yo como objeto", con todas sus identificaciones de todo tipo.

El ego son todas las identificaciones que realiza un ente humano, "yo como agente", que le apartan de su ser. En realidad, hasta el "yo como agente", el ente que somos, no es más que una parte más del mundo que se presenta fugaz ante lo más profundo de nosotros, el ser o "yo como experiencia", esa consciencia espaciosa, informe, ese silencio y quietud ante el cual el Universo baila.

En otro apartado hemos diferenciado un ego neurótico, un ego social y un ego personal.

El ego personal es el que se alberga en un ente humano saludable con una buena autoestima y bien adaptado a su medio ambiente, pudiendo en estas condiciones realizar sus potencialidades. Este es el objetivo habitual de los diferentes tipos de psicoterapia.

Sin embargo sólo una crisis existencial puede dar lugar a un inicio de acercamiento al ser.

Nos da miedo descorrer ese velo en las crisis porque creemos que detrás no hay nada.

Tal vez más allá se encuentre lo sagrado
https://www.youtube.com/watch?v=v1mQT1u_45I

miércoles, 21 de enero de 2015

La prueba de apuntarse a sí mismo de Douglas Harding


Normalmente percibimos de una manera más o menos subconsciente una imagen de nosotros mismos, sin embargo al realizar la prueba de apuntarse uno a sí mismo después de apuntar a cosas del exterior, cuando nos apuntamos a nosotros mismos nos sorprendemos sin esa autoimagen que siempre suele estar ahí de fondo.

Todo el tiempo que dediques a puntar a la diana no es tiempo perdido. Apuntar a la diana es dirigir la atención hacia el espacio que somos, el cual está más allá del espacio y el tiempo. Esto es lo que podemos denominar un proceso de despertar; se trataría siempre de un proceso, no de un estado final.

No conviene exagerar los beneficios del despertar. Todos los avances a lo largo de la Historia, en el sentido de liberar del sufrimiento al ser humano, han tendido a exagerarse, bien por el propio deseo de alcanzar algo grande o por intereses en crear una industria provechosa a costa de una idea.

"Soy yo quien por fin te va a poder conceder la tranquilidad deseada a través de...":
Inclusión en un imperio como ciudadano (seguridad), religión (salvación), ciencia (conocimiento), psicoanálisis (curación), despertar (liberación).

Mientras todo quede en una idea o cuerpo de conocimientos teóricos no hay avance. Por eso, a mi modo de ver, es tan importante la prueba de apuntarse a sí mismo de Douglas Harding; a través de ella no se alcanza ningún conocimiento, sino sólo una experiencia capaz de acercarte a la verdad.

lunes, 19 de enero de 2015

El mayor enemigo de la espiritualidad


Espiritualidad es todo aquello que tenga la capacidad de reforzar la identidad de un ser humano en el ser, en la consciencia espaciosa, en lo que aqui llamamos "Yo como experiencia".

La identidad asentada en el ser da paz, alegria y seguridad porque cuando la identidad se asienta en el ser, se asienta en lo único real, aquello que no cambia a lo largo del tiempo.

A este proceso de despertar a la verdadera identidad se opone la mayor fuerza del ego, es decir, el rechazo de sí mismo, la identidad de insuficiente, culpable, inadecuado, todo lo cual alberga el monstruo del odio hacia sí mismo, el cual se opone al gozo intrínseco del alma.

La experiencia consciente del odio hacia sí mismo se vive durante los periodos de angustia y se olvida cuando la angustia cede. A veces un fuerte rechazo hacia ciertas sensaciones físicas o emocionales, las cuales el individuo considera inaceptables puede dar lugar a reacciones de odio.

Yo diría que esta aversión a lo que se precibe en un momento determinado, bien "fuera" o bien "dentro" de uno mismo, es la base del odio a sí mismo.

Este conflicto entre el ser, el verdadero yo, y el odio hacia sí mismo, es lo que hace que en el proceso de despertar a la verdadera identidad se produzcan frecuentemente depresiones capaces de desorientar al caminante.

Ésta es la pelea más impresionante que he visto en el cine.
https://www.youtube.com/watch?v=e4ptm6F2KHQ

sábado, 17 de enero de 2015

Origen del dolor y su liberación


No hay forma de sobrevalorar al ego que hace que uno se odie a sí mismo. Uno no se odia así mismo por los autorreproches que se hace, por aquello por lo que se acusa o critica, sino que se condena y utiliza todo tipo de autoacusaciones porque se odia; el corazón decide y la cabeza justifica.  Uno se excluye a sí mismo porque se sintió rechazado sin más.

Del inconsciente probablemente lo más interesante sea el descubrimiento del desprecio y autotortura que uno se produce a si mismo. Se trataría de una identificación inconsciente con el rechazo hacia quien lo padece por parte de alguien importante en su infancia.

La cuestión no es alcanzar una buena autoestima, sino llegar a desprenderse de la autodesestima o autorrechazo, o más bien, conseguir abarcar todo ese sentimiento doloroso que acompaña al autorrechazo y dejar que se disuelva en el espacio de la consciencia.

Una completa identificación con el "Yo como experiencia" significa una liberación de todo el dolor proveniente del ego.

jueves, 15 de enero de 2015

Recordando lo esencial


Es importante darse cuenta de que uno no está honrando el momento presente, si ése fuera el caso. Renegar de él es el mayor "pecado" porque ésa es la manera de alejarse del espíritu, alejarse de uno mismo.

Este "pecado" puede estar relacionado con la soberbia en cuya base está la angustia básica, la cual lleva a la falta de confianza en uno mismo e inseguridad, todo lo cual da lugar al inicio de la formación del ego neurótico en la infancia, ese yo ideal que busca la gloria y necesita manipular el mundo de manera que dicho yo idealizado se pueda realizar. Todo esto puede ser considerado como un ente que se crea en la niñez y es el responsable de casi todo el miedo, rabia, impotencia y dolor que sufre el adulto en determinadas circunstancias capaces de evocar ese niño interior.

Es aconsejable detectar el lenguaje duro que uno tiende a utilizar, tanto verbal como no verbal, este último expresándose simplemente por actitudes automáticas de fuerte auto-rechazo. Esto puede ocurrir tras una interacción interpersonal, la cual no satisface la necesidades neuróticas, capaz de activar la angustia básica, origen de ese yo degradado que uno desprecia.

La ilusión de la posibilidad de alcanzar la meta deseada consiste en creer que uno estará bien y en paz cuando ocurra o consiga algo.

Dejar de odiarse a si mismo junto con la presencia...ésto es lo único que serviría para elevar el espíritu y, con ello, alcanzar la paz.

La verdad de quién es uno, sólo puede ser encontrada en el momento presente, que es cuando se realiza el "Yo como experiencia", ese espacio por donde discurren todos los fenómenos de este mundo. Uno es, en esencia, capacidad para todo lo que existe.

Acá entre nos
https://www.youtube.com/watch?v=bkIstlkAxdw

martes, 13 de enero de 2015

Depresión y espiritualidad

 

Si no dispones de energía por estar en depresión, no dispones de la fuerza de atención suficiente para dirigirla al espacio de la consciencia, al espíritu, o sea, no lo puedes alimentar.

Donde pones tu atención, pones tu energía y allí donde pones tu energia pones tu identidad. Si diriges la atención hacia el espíritu, lo alimentas. Todo el tiempo de apuntar a la diana no es tiempo perdido...

En el proceso de alimentar el espíritu se producen periodos de falta de energía, bien sea por confusión, por reflujo, por rebelión del ego, por agotamiento, por desafios o por otras causas.

Los episodios de caida de la energia, que es basicamente un estado depresivo, van más allá del dolor habitual. No se dispone de fuerza para mantener la presencia. Es necesario utilizar toda la energia restante para permitir que el cuerpo siga su proceso de reconstrucción. En estos casos es útil mantener la confianza en los procesos de recuperación.

Hay veces en que la música ayuda...
https://www.youtube.com/watch?v=3ckEBz5P5Ao

sábado, 3 de enero de 2015

Paz por encima de todo


Un "debería" habitual:

"Deberías conseguir que te pasen cosas interesantes, controlar el medio ambiente de forma que te proporcione estímulos y emociones agradables cuando las necesites".

Cuando te haces consciente o compruebas que no lo consigues, que eres infeliz, te avergüenzas y te condenas a ti mismo. Este sería el autorreproche que te puede arruinar el momento presente.

Lo ideal sería no depender completamente de si controlamos el mundo o no, de los vínculos o de la identidad para sentirnos bien con nosotros mismos, en nuestro ser, con nuestro espíritu, para mantener el contacto con la quietud y paz interior.

Que así sea para este nuevo año

Sing out!
https://www.youtube.com/watch?v=-e6QbWE__jI

¡Feliz 2015!
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