viernes, 27 de noviembre de 2015

Es importante saber que no se sabe



Es todo un descubrimiento reconocer que uno no tiene ni idea de por qué está más o menos aislado con su correspondiente dolor. Es normal que no se sepa porque se trata del recorrido vital de ese ente incognoscible que al que llamamos "yo como agente", el cual sigue su propio destino.

Es el "yo como objeto", o ego, el que se empeña en que las cosas tendrían que ser de otra manera y se encarga de buscar "culpables" en uno mismo o en los demás.

martes, 24 de noviembre de 2015

Dependencia de estimulacion externa

Es el dolor primordial o angustia básica, junto con el autorrechazo resultante, la que le puede a uno hacer ciego al gozo proveniente del ser y le obliga a buscar compulsivamente, a través de la mente egoica, un alivio o compensación procedente del mundo "exterior". Todo esto es lo que le hace a uno dependiente de algo o alguien.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Huellas en la arena (cuento anónimo)

Una noche tuve un sueño... soñé que estaba caminando por la playa con el Señor y, a través del cielo, pasaban escenas de mi vida. Por cada escena que pasaba, percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena: unas eran las mías y las otras del Señor.

Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena y noté que muchas veces en el camino de mi vida quedaban sólo un par de pisadas en la arena. Noté también que eso sucedía en los momentos más difíciles de mi vida.

Eso realmente me perturbó y pregunté entonces al Señor: "Señor, Tu me dijiste, cuando resolví seguirte, que andarías conmigo, a lo largo del camino, pero durante los peores momentos de mi vida, había en la arena sólo un par de pisadas. No comprendo porque Tu me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba".

Entonces, El, clavando en mi su mirada infinita me contestó: "Mi querido hijo. Yo te he amado y jamás te abandonaría en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena sólo un par de pisadas  fue justamente allí donde te cargué en mis brazos".
 

En realidad, cuando las energías del espíritu, o sea, las del "yo como experiencia" están "secuestradas" por la mente, es que esta última las necesita para sobrevivir; puede haber, en ocasiones, sufrimiento y hasta auto-odio, pero son en definitiva las energías del espíritu, las que nos hacen seguir hacia adelante en los peores momentos de la vida.

jueves, 19 de noviembre de 2015

La prisión de la libertad



El "yo mente", o sea, todos los procesos mentales, son inconscientes; son como un mundo, al que podemos denominar interior, que está ahi y puede ser, en parte, iluminado por el "yo consciencia", lo mismo que éste "ilumina" al mundo que consideramos exterior. La libertad es el "yo consciencia" desapegado. Lo malo del dolor, en cualquiera de sus formas, es que tiende a secuestrar al "yo consciencia" y asi la consciencia se pierde en el "yo mente" y, de esta manera, el "yo mente" se convierte en su prisión.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Queja y aceptación

Queja y aceptación son dos polos que van oscilando como los dos tiempos de la respiración, lo mismo da una queja contra uno mismo que una queja contra otro, en los dos casos se trata del mismo ego, el cual va alternándose con la consciencia abierta, una veces la mano está abierta, y acepta, y otras forma un puño, el cual representa al ego que rechaza. La diana consiste en alcanzar un equilibrio entre las dos tendencias, es decir, no apegarse a ninguno de los dos extremos.

viernes, 13 de noviembre de 2015

 
Lo máximo que podemos hacer para el despertar es tratar de percibir la irrealidad del ego que creemos ser y esto lo llevamos a cabo a través de la reflexión cada vez que el ego nos ciega y a través de toda la presencia que seamos capaces de practicar en la vida cotidiana.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

En cualquier caso, no te sientas culpable

 
En el proceso de despertar no se puede uno dormir en los laureles del conocimiento. Es necesario practicar constantemente la sabiduría de la quietud. Pero si pasa un tiempo y no te acuerdas...acepta la pena y no le des gusto al ego, el cual estará encantado de que te sientas culpable. Simplemente cuando veas que estás medio presente, opta por profundizar en la presencia, a través de la atención difusa, la cual te llevará de nuevo a la quietud, lo que tú en el fondo eres.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Qué hacer con el sufrimiento



Aceptar un dolor es darle espacio, de tal manera que, ampliar el foco de atención al espacio que somos, disolverá gran parte del dolor y lo hará más soportable.

De todas formas hay que estar alerta, ya que el ego, con su resistencia, tenderá a colarse por la puerta de atrás, y a fin de cuentas, el sufrimiento es el resultado de un ego que enjuicia, se resiste, lucha y trata de controlar las experiencias que considera dolorosas temibles o amenazantes. Aceptar el dolor equivale a erosionar el ego.

La clave en el proceso de maduración y crecimiento espiritual consiste en la comprensión y aceptación del dolor, porque todo ello disminuye el miedo, libera de apegos y evita el odio generado por la impotencia ante él.
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