miércoles, 24 de febrero de 2016

Determinismo e iluminación


Al "yo cuerpo"  se le va añadiendo en la infancia el "yo mente" (yo social) y los premios y castigos en el desempeño de las responsabilidades, adjudicados por la sociedad al yo cuerpo-mente, le dan a uno la sensación de libre albedrío y por lo tanto de culpabilidad cuando no se alcanzan ciertos estándares exigidos por el medio ambiente.

Por otra parte, tanto el "yo cuerpo" como el "yo mente" (auto-imagen) son buscadores de objetivos e intentan evitar o contrarrestar las amenazas para su supervivencia y desarrollo.

Muchos trastornos pueden derivarse del conflicto de necesidades entre el "yo cuerpo" y el "yo mente".

Hasta aquí el comportamiento humano podría concebirse como una máquina perfecta que sigue los designios de su supervivencia y de las leyes de causa-efecto.

Sin embargo, el despertar crearía una brecha en todo el determinismo propio de las leyes de causa-efecto.

El despertar es la comprensión de la importancia del "yo consciencia" y su posterior reforzamiento a través de dirigir la atención a la atención misma, lo que vendría a producir una especie de agujero negro en toda esa concatenación de causa-efecto propia del comportamiento del hombre dormido dominado casi completamente por su ego.

Con la renuncia a la defensa y expansión del ego ("yo mente"), tras una mayor "iluminación", disminuye el estrés y el yo cuerpo sale beneficiado. Esto no quiere decir que ya no se pueda producir una expansión social, sino que ésta ya no importaría demasiado.

jueves, 4 de febrero de 2016

¿Es voluntario el suicidio?


El "Yo como agente", o sea, el ente que uno es, tal y como lo hemos definido aqui, es el resultado del hipotético estudio y conocimiento exhaustivo de su forma individual humana hasta tal punto de poder predecir todo su desarrollo posterior; incluiría, por tanto, todos los procesos inconscientes que subyacen a todas las iniciativas y decisiones que va tomando un individuo a lo largo de su vida.

Podriamos decir que es el "yo científico, objetivo", lo que quiere decir que, el ente que somos, el "Yo como agente", es insondable para una mente limitada que solo puede hacer juicios mínimos sobre cualquier ente humano, teniendo en cuenta la infinita complejidad de su realidad y dinamismo.

Pretender conocer el "Yo como agente" de alguien sería como pretender conocer su destino, lo cual quiere decir que el "Yo como agente" es incognoscible.

Los últimos avances en Neurociencia nos indican que las decisiones no son plenamente conscientes, de hecho son iniciadas por procesos biológicos anteriores a la sensación de elección consciente (John-Dylan Haynes)

Redes 83 - Las decisiones son inconscientes
https://www.youtube.com/watch?v=rzC6TsC_Pw4

Existen medidas políticas que podrían influir en el destino de algunas personas que, sin tales medidas, acabarian suicidándose. Podemos llegar a un cierto conocimiento estadístico del efecto de dichas medidas pero nunca podríamos predecir qué caso particular se vería influenciado por ellas.

Hay que reconocer que existe una incapacidad de predecir un suicidio en particular. Los mejores predictores serían la expresión de las intenciónes de suicidio por parte del individuo, el cual recibiría información subconsciente, elaborada ya por el incognoscible "yo como agente", o bien por intentos de suicidio anteriores.

El suicidio es una decisión proveniente de procesos incognoscibles y, por lo tanto, ajenos a una plena voluntad consciente del individuo.

No es un acto de voluntad sino un destino elaborado por el "yo como agente". Sería un proceso de construcción a lo largo de la vida, el cual se nos revela sólo cuando la obra está ya terminada.

Todas estas ideas y observaciones me llevan a concluir que el suicidio se le impondría al individuo como cualquier otra forma de muerte natural o accidental.
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