jueves, 29 de enero de 2015
El mayor conflicto interior
Si uno no soporta su genuino dolor, el diablo le ofrece un personaje y un sueño a cambio de su alma, es decir, a cambio de la consciencia abierta al mundo, lo que uno es en realidad, un espacio que abarca desde sus sensaciones corporales hasta el firmamento.
El camino fácil a la gloria, a través de la imaginación, es inevitablemente el camino hacia un infierno interior de auto-desprecio y auto-tormento. Al tomar dicho camino, el individuo pierde su alma.
Despertar es desplazar la identificación desde el cuerpo, la mente y sus historias hasta el espacio infinito de la consciencia.
Este proceso de desplazamiento de la identificación desde el ego al espíritu supone el mayor conflicto interior en un ser humano, conflicto capaz de dar lugar, en ocasiones, a profundas depresiones.
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6 comentarios:
Pienso que, mejor aceptar nuestro gemidos (eso sí, el justo tiempo) antes que nos llegue el diablo, y no permitir que la depre se nos cuele en nuestras vidas. Súper interesante tu entrada, Rafael, me he atrevido comentar con mi opinión, gracias por publicar.
Saludos.
Buen fin de semana.
Lola Barea.
Así es, Rafael, pero para encontrar el alma primero hay que perderla. Forma parte del proceso.
Un abrazo
Gracias a ti, Lola, por dejar tu comentario.
Tú también tienes un blog muy chulo.
Un saludo y ¡buen finde igualmente!
¡Y qué reencuentro más gozoso!
Se ve que sabes, anónimo
Un abrazo
Confiar, a pesar de no recordar, ayuda a no perder tu propia alma ni ponerla al servicio de nadie que no sea más que tu propia esencia.
No estamos solos. Este es un viaje compartido, Rafael.
Cuídate mucho.
Gracias por tus comentarios anónimo.
Un abrazo
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