martes, 26 de noviembre de 2013

Ego (Yo como objeto) (5º)


La función de fecundar y ser fecundada y quedar embarazada son funciones biológicas, no una identidad. Nosotros hacemos de ello una identidad asociando a esas funciones una serie de pensamientos en cada caso y queda en nuestra mente una imagen de hombre o mujer con una serie determinada de características.

Nuestros parientes más cercanos, los grandes simios, también unos fecundan y otros son fecundados, pero no hacen de ello ninguna identidad.

La construcción de una identidad es algo que hacemos los humanos después de haber desarrollado un pensamiento con el lenguaje correspondiente. Es entonces cuando formamos ese yo ilusorio, falso, que en un principio no tenia más función que ser una herramienta útil para poder organizarse en grupos para el trabajo.

Posteriormente hicimos de ello algo monstruoso que es lo que ha llevado a la Humanidad a tanto desastre, crueldad, guerras.

Cada uno ha defendido su identidad egóica oponiéndola a la de otros, haciendo de ella una verdad absoluta, y ahí está precisamente el peligro, pensar que la identidad a la que nos agarramos es lo único que hay y que es algo real; no es real, repito, es algo construido con fines prácticos, una ficción útil, el concepto del yo separado del mundo, eso es el ego en el que solemos basar nuestra identidad.

Con esto no quiero decir que no se disfruten las diferentes culturas, eso es indispensable, pero no debemos perder de vista que hay algo superior a la propia cultura y eso es algo a lo que se ha llamado Dios, y que de tanto nombrarlo ha perdido ya su significado, pero hay algo más profundo y verdadero que la identidad y eso es algo que no es fácil poner nombre, pero por decirlo de alguna manera, sería la consciencia sin objeto, el espacio por el que discurren todos los pensamientos y emociones que forman cualquier identidad.

Comprendo que esto sólo se entienda cuando se tiene una vislumbre de lo que estoy hablando. Es el espíritu y hay hoy en día más y más personas en el mundo, gente de todas las culturas que van en su busca.

4 comentarios:

NVBallesteros dijo...

Pues un día de estos hago mi maleta y me voy a buscarlo


Besos

Rafael San Andres dijo...

Pues mira en tu maleta, a lo mejor lo tienes ahí...:-)

Besos

Alexander Strauffon dijo...

Recordé Siddhartha, del maestro Hesse. El Ego, y si hay que dejarle a un lado.

Rafael San Andres dijo...

Eso creo yo también, Alexander.

Un placer volver a encontrarte

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