jueves, 13 de enero de 2011
Un ingrediente de la felicidad
La vida nos tiene reservado un regalito para cada uno.
Aunque lamentablemente la mayor parte de las veces no nos llegamos a enterar.
Todos y cada uno de nosotros poseemos una habilidad especial. Algo que nos haria sobresalir. Algo, que de tener la oportunidad de desarrollar, nos haria muy felices.
Algunas veces la especial capacidad que le podria a uno hacer sobresalir es algo obvio y detectable facilmente, como son las habilidades en el cálculo, por ejemplo.
Otras veces sin embargo, son capacidades muy sutiles y no detectables en absoluto por los sistemas normales de enseñanza. Podria darse el caso que incluso dichos sistemas de enseñanza podrian inhibir las especiales capacidades de bastantes niños, o dejarlas ocultas.
Otras veces se trata de hablidades que uno sólo podria actualizar a cierta edad.
Se podria dar el caso incluso de ciertas habilidades o capacidades especiales que sólo podrian ser actualizadas a una avanzada edad.
El caso es que todos poseemos una joyita en nuestro interior.
Merece la pena intentar descubrirla, pulirla, desarrollarla lo más posible, e irse uno al final a la tumba satisfecho.
Un ejemplo de caso afortunado de niño que se topa a muy temprana edad con una habilidad extraordinaria:
http://www.youtube.com/watch?v=RZzaHi-5lk0&feature=rec-LGOUT-farside_rn-3r-2-HM
Porque amigos...ese es uno de los ingredientes de la felicidad. Dar con lo que nos es propio, y ponerlo al servicio de algo más grande que nosotros.
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4 comentarios:
Es el diamante en bruto, que llevamos dentro.
Buena reflexiòn.
Un abrazo.
Gaucho Santillán, si alguna vez te encuentras en España házmelo saber.
Estaria encantado de poder saludarte si tengo ocasión.
Un saludo muy cordial
Yo cuando tenía 50 años, me di cuenta de que lo que deseaba desde niño era ser artista. Dejé el trabajo y me puse a pintar, ahora, ya con 60, me siento satisfecho de lo que hago ... no soy ni un gran artista, ni nada parecido ... pero, solo eso : estoy contento con mi vida, algo qwue no había conseguido en los cincuenta años anteriores.
Manuel Adlert
Sencillamente...¡enhorabuena!
Un saludo muy cordial
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