sábado, 25 de junio de 2016

Apuntar a la diana


En el momento de un "despertar" lo que más rabia da es el darse cuenta de que se ha perdido, durante un tiempo, la consciencia, es decir, una experiencia espaciosa, la consciencia libre que uno es, la presencia.

Cuando uno se da cuenta de que ha estado inconsciente suele sentir  pena, pero ha de darse cuenta de que también es motivo de alegría por ser un momento de recuperación de la consciencia libre o presencia.

Tal vez hubo un reflejo condicionado establecido en la infancia en el sentido que muchas veces la llamada de atención a la consciencia del mundo provino de algún tipo de castigo o reproche.

Posteriormente fue de ayuda, tal vez, la vida familiar y la profesión, forzándole a uno, de alguna manera, a estar presente; pero fue un estar presente ante un estímulo apremiante; nadie estuvo interesado en que uno se identificara con el espacio, testigo o capacidad para todos los fenómenos.

A uno se le socializa para ser útil, cumplir su responsabilidad y alcanzar metas, logros, éxitos, placer, riquezas, no para ser feliz; la verdadera felicidad no está en el fortalecimiento del ego; está en apuntar bien a la diana, es decir, en la identificación con el espacio abierto de la consciencia.

Es inútil tensar el arco sin tener una diana a la que apuntar, por eso es tan importante tener una comprensión de lo que la diana es.

Y para terminar, una bonita parábola de origen desconocido:

Había una vez un anacoreta que se hallaba con un joven discípulo en mitad del desierto.

Al de un tiempo el joven se empezó a poner nervioso. Se hallaba inquieto.

El anacoreta le miraba y esperó al anochecer para preguntarle.

¿ Qué te pasa, querido discípulo ?

Y el joven le respondió "No sé...llevamos aquí ya bastante tiempo y no conseguimos nada, no llegamos a ninguna parte. Me parece que estamos perdiendo el tiempo. Aquí no lograremos nada"

El anacoreta le respondió, tras un silencio: "bueno..., ya sospechaba que era eso lo que te estaba preocupando. Es normal, pero te diré una cosa que casi nadie sabe. La vida no está en conseguir cosas, riqueza, posición, victorias ni notoriedad. La vida se asemeja más al tiro al arco. Todo el tiempo que emplees en apuntar a la diana no es tiempo perdido, como si empeñas toda tu vida en ello".

Y se dispuso a preparar la sopa para la cena.


Rafael San Andrés

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha gustado mucho y estoy totalmente de acuerdo.

Adquirir consciencia siempre es bueno. La sabiduría se suele tardar en alcanzar. Todo lo vivido es válido siempre, y nunca es tarde para conocerse bien y para conocer mejor la vida.

Un beso.

Rafael San Andres dijo...

Gracias por tu bonito comentario, Alicia

Un beso

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...