sábado, 1 de marzo de 2014

"Yo como objeto" múltiple


Veremos que el "yo como objeto" puede presentar en una misma persona varios modelos de identidad parciales que son beneficiosos para cada situación.

Dichos modelos cumplen diferentes funciones.

No somos la misma persona cuando vamos a un funeral que cuando estamos con los amigos por la noche. Nuestro comportamiento y lenguaje también es distinto si estamos con nuestros hijos o con nuestros padres.

Tener varios modelos de "yo como objeto" puede ser saludable, adaptativo, y por lo tanto ventajoso, siempre que no se produzca un descontrol como el que se produce en los trastornos disociativos, de los cuales el caso más extremo es el trastorno por personalidad múltiple.

Un estado disociativo es un alejamiento de la realidad, un estado alterado de consciencia y cada alteración, mayor o menor, vendría a suponer un "yo" diferente. La disociación estaría representada también por fenómenos comunes como la ensoñación diurna.

En cualquier caso el "yo como agente" es siempre inconsciente, pero congruente con la naturaleza, es decir, está en sintonía con la realidad del presente y saldrá perjudicado con los errores, excesos o conductas inadecuadas que pudiera presentar cada "yo", más o menos disociado.

Por último, me gustaría recordar el aspecto más problemático del "yo como objeto"; se trataría de esa identificación inconsciente con un "yo" degradado que guardaría relación con una experiencia primordial en la infancia en la que el niño se siente por primera vez aislado, desvalido e inerme ante un mundo potencialmente hostil, todo ello acompañado de una vivencia de temor difusa y falta de plenitud.

Ésta sería una emoción básica dolorosa, la cual, al no poder ser sentida completamente en su momento, queda guardada en el inconsciente, formando un "yo como objeto" negativo, lo que genera una necesidad de nuevas identificaciones con objetos, ideas o personas capaces de compensar ese  "yo como objeto" degradado que se aloja, normalmente, fuera de la consciencia.

Si existen problemas de autoestima, o no, dependerá del resultado de esa dinámica "yo como objeto" degradado - "yo como objeto" idealizado, así como de factores constitucionales y del tipo de experiencias que tenga el individuo a lo largo de la vida.

En resumen, debemos de considerar los diferentes roles sociales que desempeñamos como diferentes "yo como objeto" o egos que disponemos para una buena adaptación, así como aquellos estados disociativos desadaptativos que pudieran existir en un determinado momento, los cuales escaparían al propio control; y finalmente, ese ego o identificación inconsciente que formaría el "yo como objeto" degradado de cada cual, el cual sería el anverso de un "yo como objeto" idealizado compensatorio.



9 comentarios:

Gladys dijo...

Hola amigo Carlos felicidades espero que este año sea superior al pasado,y puedas dejar lo malo y lo feo atras.
Amigo que lindo lo que has escrito
tienes toda la razón somos muchos yo en cada situación somos distintos siendo el mismo, que genial no ami me gusta mucho eso de poder tener el control de nuestra forma de ser oh de actuar.
claro que no todos tenemos el poder del control,hay algunos que se salen de todo margen, y no son capas de controlar su´propio yo,
muy bueno tu escrito como siempre te felicito.
Un gran abrazo que tengas una linda semana, que seas muy feliz.

Rafael San Andres dijo...

Me alegro que te haya gustado el escrito, Gladys.

Es una alegria verte de nuevo por aqui.

¡Que tengas un año lleno de sorpresas agradables!

Un abrazo

Gladys dijo...

Mi querido amigo paso a invitarte pases por mi blog premios a los amigos que esta al costado derecho del blog Vidas Silenciosas, en mi primer premio del 2011 me gustaría mucho compartirlo contigo.
Besitos que tengas un lindo fin de semana.

Rafael San Andres dijo...

Te agradezco mucho tu invitación, Gladys, acepto encantado.

Es un placer visitarte de vez en cuando.

Un beso

Antoniatenea dijo...

Hola Carlos, buenas noches!!
Interesante lo que explicas.
Ese yo ininmutable puede ser dañado para siempre en algún momento por algún resultado del comportamiento del "yo como objeto"..o sea..esa conducta regresiva por ejemplo puede llevar a dañar al "Yo como sujeto"??

Antoniatenea dijo...

Oh!! se me olvidaba:Petonets!!

Rafael San Andres dijo...

Claro, Antoniatenea, todos los comportamientos de cada "Yo como objeto" que vayan en contra del ideal del amor poder y libertad, lo cual contiene el "Yo como sujeto" hacen que estos frustren su deseo infinito de tales objetivos inconscientes.

Petonets

Antoniatenea dijo...

Me pregunto si cuando se domina esos multiples "yo como objeto", uno puede llegar a un estado de satisfacción cercano a la felicidad..o sea, pongamos que uno es tan buen estudioso de la psiquiatría que acaba conociendo la mayoría de sus reacciones y aprende las artimañas y los resortes que lo llevan a actuar y actúa firmemente...¿eso es imposible?...Alguien que se conoce tanto...puede manejarse mejor ..o no??
Petons!!

Rafael San Andres dijo...

No, Antoniatenea, no creo que a través del conocimiento exclusivamente se pueda alcanza la "gloria".

Como sabes, un 50% en lo tocante a nuestro vivel de satisfacción con la vida nos viene dado genéticamente.

No obstante sí es verdad que tenemos cierto margen de maniobra para que a través del conocimiento y practica adecuada podamos alcanzar un mayor grado de felicidad; sin embargo para ello es necesario tener la fortuna de disponer de otras capacidades dadas por la Naturaleza.

Imagina el caso de un psiquiatra inteligentísimo, que lo sabe practicamente todo, y tiene la mala suerte de tocarle en gracia el ser un psicópata.

¿Para qué va a utilizar dicho cerebrito todos eses conocimientos que posee?

Un gran beso

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