Cuando deseamos algo porque lo consideramos muy importante, hacemos todo lo posible por conseguirlo, pero si no lo logramos, nos sentimos desesperados, y pasamos a un estado en el que lo que esperamos es que alguien nos ayude a alcanzarlo, si esto último tampoco se produce, nos sentimos desvalidos.
Cuando ambos sentimientos se combinan, o sea, desesperación y desvalimiento, se queda nuestro cuerpo en estado de vulnerabilidad y somos pasto de todo tipo de trastornos.
Sólo la renuncia a aquello que deseábamos con tal premura nos puede sacar de esa situación de riesgo.
Pasamos de aquello, y a otra cosa.
Cuando ambos sentimientos se combinan, o sea, desesperación y desvalimiento, se queda nuestro cuerpo en estado de vulnerabilidad y somos pasto de todo tipo de trastornos.
Sólo la renuncia a aquello que deseábamos con tal premura nos puede sacar de esa situación de riesgo.
Pasamos de aquello, y a otra cosa.
Renuncia
6 comentarios:
Carlos Ignacio....
Jo¡ que fácil lo pones "a otra cosa mariposa" ojalá y fuera así de fácil ¡cachis¡. La verdad es que en esta vida, el deseo es lo que nos hace infelices, no lo digo yo, lo dice un proverbio chino, y está cargado de razón...
Un fuerte abrazo amigo
Hay otro proverbio que dice:
Cuidado con lo que deseas, por que se puede hacer realiad.
Si se pudiera elegir, que bueno sería.
Un beso Carlos.
Así que tanto hablan los budistas del desapego, desde esta visión uno conscientemente sabe que el hecho de conseguir o apegarse algo o a alguien no nos dá la felicidadad o ese estado de bienestar que resulta tan dichoso, simplemente siendo y fluyendo con la vida.
Alguna vez deseamos intensamente que otra persona se fijase en nosotros o nos amase, pero con el tiempo hemos descubierto que este hecho determinó algo mejor distinto y a veces incluso mejor para ambos.
Un abrazo Carlos Ignacio
Carlos Ignacio, ultimamente ando muy antitaurina pero siempre me ha gustado agarrar el toro por los cuernos.
Cada persona es un mundo y ninguna fórmula es válida a nivel universal.
A mi si hay algo que me gusta es la sinceridad.
Me gustan las verdades a bocajarro por dolorosas que estas sean.
Me gusta entender y a partir de ahí puedo llevar adelante cualquier cosa.
Lo mejor es afrontar, dialogar, exponer y si es necesario disculparse, porque pasar página no es tan fácil, aunque a veces no nos dejen otra salida.
Nunca es tarde para quien ama tanto amigo mío.
Suerte y un beso
P:D:Llevo dos semanas durmiendo como un tronco que ya me hacía falta y sin embargo hoy no puedo pegar ojo, exceso de café seguramente.
Osane...
Ya somos dos los que nos "jartamos" de café, jajaja.
Besos para ti y abrazos para Carlos I.
jaja Félix tu y yo siempre a la par.
Un beso Tigre y otro para Carlos
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