
¿Sabía Usted que lo que pensamos conscientemente, lo que queremos y planeamos, no es más que una pequeña embarcación a la deriva en un mar que la arrastra a voluntad a través de sus poderosas corrientes?
Pensar otra cosa, o sea, creer que somos dueños de nuestro destino, no es más que un autoengaño propiciado por nuestra vanidad y algunas formas de pensamiento que no han hecho más que fomentarla.
Pensar otra cosa, o sea, creer que somos dueños de nuestro destino, no es más que un autoengaño propiciado por nuestra vanidad y algunas formas de pensamiento que no han hecho más que fomentarla.
1 comentario:
Vaya!
Yo mas que como una piedra me he quedado a cuadros.
Yo persigo un proyecto desde hace varios años, no ha tirado adelante aun por temas familiares de amor y deber.
Cuando estoy a punto de tocar mi objetivo con la punta de los dedos, cuando parece que llegó el momento, algo se tuerce.
No se si lo conseguiré, tengo una barca muy inestable, le salen varios cabos y tiran de ellos en distintas direcciones.
Lo se, creeme, lo se.
Un beso
Publicar un comentario