Tenemos el cerebro que tenemos, limitado en su capacidad por el tamaño del cráneo.
Tenemos unos circuitos neuronales contados y unos programas que son los que son.
Nuestra capacidad creativa llega hasta el punto que llega y no podemos alcanzar a las estrellas.
Cómo me gustaria ser un poeta genial y vertir mis versos como cascadas que llegaran al mar.
Poder movilizar tus sentimientos creando un puente entre los tuyos y los mios.
Pero qué difícil es llegar a ti.
Prisionero estoy de mi patético egocentrismo, de mis límites, de mi torpeza con las letras.
Pero ay amigos, algo tengo que decir y si no se me ocurre nada un dia, reviento.
Carlos Ignacio
Tenemos unos circuitos neuronales contados y unos programas que son los que son.
Nuestra capacidad creativa llega hasta el punto que llega y no podemos alcanzar a las estrellas.
Cómo me gustaria ser un poeta genial y vertir mis versos como cascadas que llegaran al mar.
Poder movilizar tus sentimientos creando un puente entre los tuyos y los mios.
Pero qué difícil es llegar a ti.
Prisionero estoy de mi patético egocentrismo, de mis límites, de mi torpeza con las letras.
Pero ay amigos, algo tengo que decir y si no se me ocurre nada un dia, reviento.
Carlos Ignacio
3 comentarios:
Es que eso, està ahì dentro.
Y debe salir.
Un abrazo.
Hola, puedes pasar por
http://enclavedeluz.blogspot.com
a retirar tu merecido premio "Reconocimiento de Valores"
Un abrazo.
Amalia
Bloguenao un poquito he tenido la suerte de encontrar tu blog y te felicito.
Me gusta tu entrada y espero que sigas diciendo.
Saludos.
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