Qué gran frase, la de Antoine de Saint-Exupéry, el autor del Principito.
Parece ser que las fuerzas más potentes del Universo no pueden ser vistas por nuestrs sentidos. La materia oscura, la energia oscura, los agujeros negros...
Pero las vibraciones del amor tampoco pueden ser vistas.
No vemos casi nada de todo aquello que es esencial en nuestras vidas, y lo que vemos no hace más que llevarnos una y otra vez a autoengaños dolorosos.
Debemos ser románticos en la búsqueda de lo invisible y un poco escépticos con lo que se muestra de manera aparente ante la vista.
Lo que vemos, lo que oimos, tantos engaños...
Cuando cerramos los ojos y dejamos que todo fluya al ritmo de nuestro corazón. Cuando abrimos nuestra mente a lo más profundo de nuestro ser y tratamos de percibir lo inefable, puede que nos alcancen unos momentos de gloria, de plenitud. Es entonces cuando nos ponemos en contacto con lo esencial. Tal vez sea el amor, el cual siempre se albergó dentro de nosotros.
3 comentarios:
Yo estoy bien seguro, el amor es el motor de la vida. Y la necesaria energía para dar cuerda a ese motor es esencial, que aunque invisible es totalmente perceptible, más si cerramos los ojos y vemos.
Lo importante de todo eso, es que sin amor la vida carece de todo sentido.
Un abrazo.
Jaume
Como dijo el amigo Hímero.
No quiero tiempo sin amor.
El tiempo sin amor no existe.
Un beso
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