
Una autoimagen degradada
Esta es la plaga más severa que conocemos y nunca detectada. Es algo contagioso. Se da en amplias capas de la población y se ven afectadas por ello familias enteras.
Instintivamente se va protegiendo cada uno como puede instalando imaginarios egos en su mente.
Los egos deben ser protegidos con uñas y dientes para no dejar al descubierto la propia piel, llena de vergüenza y humillación. Nos vamos pasando los unos a los otros estas sensaciones, aliviándonos solo temporalmente de ellas.
Al final se mantiene de forma crónica este sentimiento y se hereda de generación en generación.
Hasta los actos más depravados de crueldad y abuso tienen sus raíces en esta dinámica. "Hacer que el otro sienta lo que nosotros no queremos sentir, la vergüenza e impotencia"
Esta es la plaga más severa que conocemos y nunca detectada. Es algo contagioso. Se da en amplias capas de la población y se ven afectadas por ello familias enteras.
Instintivamente se va protegiendo cada uno como puede instalando imaginarios egos en su mente.
Los egos deben ser protegidos con uñas y dientes para no dejar al descubierto la propia piel, llena de vergüenza y humillación. Nos vamos pasando los unos a los otros estas sensaciones, aliviándonos solo temporalmente de ellas.
Al final se mantiene de forma crónica este sentimiento y se hereda de generación en generación.
Hasta los actos más depravados de crueldad y abuso tienen sus raíces en esta dinámica. "Hacer que el otro sienta lo que nosotros no queremos sentir, la vergüenza e impotencia"
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