En el proceso de despertar no se puede uno dormir en los laureles del conocimiento. Es necesario practicar constantemente la sabiduría de la quietud. Pero si pasa un tiempo y no te acuerdas...acepta la pena y no le des gusto al ego, el cual estará encantado de que te sientas culpable. Simplemente cuando veas que estás medio presente, opta por profundizar en la presencia, a través de la atención difusa, la cual te llevará de nuevo a la quietud, lo que tú en el fondo eres.
miércoles, 4 de noviembre de 2015
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8 comentarios:
Buenas reflexiones...
Gracias por tu valoración, Mª Angeles
A veces uno no se siente culpable
Lo hacen sentir culpable los momentos de la vida
abrazo
Me haces pensar, Mucha, en cualquier caso...si al final nos sentimos culpables, sea por lo que sea, ya tenemos una espinita, la cual si no nos sirve para nada, no va a dar más que guerra
Un fuerte abrazo
Muy evolucionado tu post, me gusta saber que cultivas la belleza interna también.
Como decía Osho si cada uno planta una flor, podríamos hacer de esta vida un jardín.
Cariños para ti.
mar
La flor es una buena metáfora del despertar; el paso de capullo a flor. Si hubiera suficientes personas abiertas como una flor, sí, podría darse una diferencia en el mundo.
Muchos cariños para ti, Mar
Hola vengo a mostrarte mi otro blog
El que madie conoce
Gracias, Mucha, allá voy
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