miércoles, 21 de octubre de 2015
Sanar la herida
El propósito de la vida sería sanar la herida ocasionada por la necesidad de defender el ego (yo como objeto). Esta herida estaría provocada por el conflicto entre las fuerzas de atracción (afirmación) y las fuerzas de repulsión (negación) y esa herida se puede sanar a través de la emergencia de una tercera fuerza descrita, entre otros, por Gurdieff, una fuerza neutra o reconciliadora, o sea, una propiedad del mundo real: lo que Es y lo que Soy (yo como experiencia).
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