Ahora mismo es difícil saber si estamos a punto de dar un salto evolutivo en la consciencia humana o, por el contrario, nos encaminamos hacia una nueva Edad Media.
Por una parte, más y más gente en todo el mundo comprende la importancia de la consciencia, como centro del ser, y va dejando de lado todo ese proceso de pensamiento repetitivo, al cual nos agarramos para formar una identidad ilusoria, la cual nos lleva a una vida de sufrimiento por el miedo y la codicia que genera con objeto de fortalecer dicha identidad.
Y por otra, no dejan de proliferar conferenciantes que hablan, permítanme la expresión, de gilipolleces, como energias raras indemostrables, extraterrestres, seres de luz, maestros ascendidos, arcángeles que hablan a través de canalizaciones, en fin, sería interminable describir la cantidad de conceptos gratuitos que manejan todas estas personas que van de iluminadas y tienden a sembrar la confusión entre un gran número de personas hambrientas de saber, de emoción, de seguridad, de pertenencia.
Yo diría que este último fenómeno está devorando al movimiento de la Nueva Era y podría acabar con él por tanta superchería y absurdo profeta de naderias.
Buenos días
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