sábado, 22 de septiembre de 2012
El infierno en este mundo es la falta de confianza en sí mismo
Ya me cansan un poco las voces que se alzan contra la baja natalidad; dicen que eso no es bueno para el pais (el pais que sea).
Aqui se piden estudios para todo; hay exámenes, aprobados y suspensos; se exige cierto nivel hasta para ser portero de discoteca.
Sin embargo para hacer un hijo no se exige nada; cualquiera puede hacerlo en cualquier momento.
Nadie piensa en el mayor crimen que se puede cometer con toda esta posible negligencia.
Unos padres ignorantes, inconscientes, incapaces, transtornados pueden hacer que su hijo pierda la confianza en sí mismo con lo que le condenan a una vida de sufrimiento sin cuento.
Otro dia hablaré de las consecuencias que produce la falta de confianza en sí mismo.
Basicamente, para compensar dicha falta de confianza, se vende el alma al diablo en búsqueda de la propia gloria, renunciando al verdadero yo, fuente de toda dicha, amor, creatividad, serenidad y poder personal.
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5 comentarios:
Yo tengo falta de confianza en mi mismo.
Pero no le ofrezco mi alma al diablo.
(Me parece que no le va a interesar)
Un abrazo.
Claro que me interesa, Gaucho
Gracias a este tipo de observaciones me veo obligado a matizar o extenderme en explicaciones de fenómenos que en pocas palabras pueden llevar a confusión.
Efectivamente, debería haber hecho la matización de que no siempre ocurre eso (odio las generalizaciones)
Lo que suele ocurrir cuando hay falta de confianza en uno mismo es una compensación a través de la imaginación, la cual nos proporciona un "yo ideal" con el que nos identificamos y como consecuencia de ello debemos pagar el precio del autoodio o autodesdén por tener la sensación de que no podemos cumplir con todos esos debieras a los cuales habria que llegar para dar satisfacción al "yo ideal".
Vendemos nuestro yo verdadero (alma) para alcanzar el "yo ideal", el cual es inalcanzable, por lo que nos condenamos al infierno del autoodio o autodesdén
Pero efectivamente nunca se vende del todo el yo verdadero, que siempre está ahi esperándonos y por otra parte la consciencia de todo esto también nos podría salvar.
Un abrazo
Me parece que todos de una manera u otra en algún momento de la vida sufrimos de inseguridad...Besos
Claro que sí, Nina, hay muchas circunstancias que nos hacen sentir inseguros, pero que nos haga sentir inseguros nuestro propio yo...o nuestra persona de forma global...es demasiado; de esa manera vamos con nuestra inseguirdad a todas partes y eso...es un poco infierno ¿no?
Un beso
Que tengas un buen inicio de semana
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